Historia

El Instituto Bethania fue fundado el 19 de agosto de 1929, gracias a la gestión realizada por las mismas religiosas que un año antes habían creado la Congregación Hermanas de Bethania, siendo la primera congregación Centroamericana. El Colegio comenzó a prestar sus servicios educativos el 30 de enero de 1930, contando para ello con una matrícula de 30 niñas. La primera directora fue Madre María de la Cruz Pinto Tobías, quien también ejercía el cargo de Vicaria de la Congregación; apoyada por Madre Dolores de María Zea Fernández, quien se había constituido en la Madre General de la misma.

El Instituto Bethania comenzó prestando sus servicios apegados a la normativa del Sistema Educativo Nacional. Sin embargo, su visión institucional siempre adherida a las necesidades, intereses y problemas de la sociedad salvadoreña, les permitió a las hermanas incorporar una modalidad europea de enseñanza denominada Economía Menagere, esta fue impartida de 1933 a 1986.
El terreno adquirido, con grandes sacrificios por las Hermanas Fundadoras de la Nueva Congregación, sirvió como albergue de la misma y también fue utilizado para que funcionara el nuevo Colegio.
Desde el año 2011 graduamos promociones mixtas, con egresados integrales formados en y para la vida.

Identidad institucional

Misión

Somos una Institución Educativa formadora de ciudadanos íntegros, fundamentada en sólidos Principios Cristianos Católicos que contribuyen al desarrollo pleno de sus facultades espirituales, intelectuales, morales, éticas y físicas; orientadas al fortalecimiento de la persona humana, capaces de servir a Dios y a la humanidad, con respeto a la vida y a la naturaleza, aplicando los conocimientos científicos y tecnológicos para su propio desarrollo y el de los demás.

Visión

Ser una Institución católica modelo de Gestión Educativa en El Salvador, que brinda a la sociedad personas con formación integral y que orienta a sus estudiantes hacia Dios, basada en auténticos principios humanos y cristianos, capaces de generar los cambios que demanda la sociedad actual, respetando los valores familiares, sociales y ambientales; con el uso racional de la ciencia, con un enfoque de inclusión y el uso de la tecnología de manera efectiva.

Nuestro carisma

Ser una Institución católica modelo de Gestión Educativa en El Salvador, que brinda a la sociedad personas con formación integral y que orienta a sus estudiantes hacia Dios, basada en auténticos principios humanos y cristianos, capaces de generar los cambios que demanda la sociedad actual, respetando los valores familiares, sociales y ambientales; con el uso racional de la ciencia, con un enfoque de inclusión y el uso de la tecnología de manera efectiva.

Madres Fundadoras

El Espíritu Santo se derramó sobre las Reverendas Madre Dolores de María Zea Fernández y Madre María de la Cruz Pinto Tobías, haciéndolas instrumento de su amor, para que surgiera en la Iglesia Católica una nueva Congregación Religiosa: Las Hermanas de Bethania Consoladoras de la Virgen Dolorosa.

Madre Dolores de María Zea Fernández.

Don Juan Zea, General del ejército de Guatemala, y Doña Petrona Fernández Letona fueron los felices padres de su única hija: Elisa, nacida en la ciudad de Quetzaltenango, República de Guatemala, el 14 de junio de 1883, quien con el tiempo tomaría en la vida religiosa el nombre de Madre Dolores de María.Huérfana de madre desde niña, habiendo perdido posteriormente a su padre quedó al cuidado de su tío, el canónigo Don David Letona, quien la llevó a El Salvador, país donde la Divina Providencia tenía para ella una misión grande.

A los 21 años sintió el llamado de Dios a la vida religiosa y aunque hacer realidad este propósito no le fue fácil, encontró el convento de Terciarias Dominicas, en Santa Tecla, donde ingresó.

Feliz de haber encontrado un lugar desde poder servir a Dios, además siendo una de las religiosas más jóvenes, rápidamente asumió una actitud de responsabilidad para hacer frente a las necesidades de dicho convento.

Años más tarde, Madre Dolores de María, Juntamente con Madre María de la Cruz, quien también se había integrado al convento, haciendo caso a las inspiraciones Divinas, emprendieron la travesía de fundar una orden religiosa, de acuerdo a los Santos Cánones de la Iglesia, el cual finalmente se concretizó el 11 de enero de 1928, fecha en que se recibió el Rescripto por medio del cual la Santa Sede se dignaba erigir el nuevo Instituto bajo el nombre de: “INSTITUTO DE LAS HERMANAS DE BETHANIA, CONSOLATRICES DE LA VIRGEN DOLOROSA”.

Mujer llena de fe y confianza en la misericordia de Dios, trabajadora infatigable, intrépida y decidida, dulce, amable, cariñosa, maternal, interesada siempre por cada Hermana de la Congregación, generosa con los más necesitados, amable con todos aquellos que tuvieron la dicha de conocerla.
Murió santamente, rodeada de las oraciones y el amor de sus hijas, después de cumplir cien años de edad, en la Casa Madre de Santa Tecla, el 19 de agosto de 1983.

Himno de nuestra Madre Fundadora

Letra: Jorge Hurtarte
Música: César Perotti

Fue tu cuna cual urna fulgente
Madre nuestra nacida al calor
de las tierras del sol de Occidente
que te enviaron aquí a El Salvador.

Con tu genio de apóstol ungida
alma mater viniste al solar
de Bethania, Dolores que alivias
nuestras penas con rudo luchar
Y tu fe, tus desvelos, tu ejemplo
secundados por la institución
dieron triunfo al anhelo del templo
que hoy consagra esta generación.

Pues tu lumen seráfica Madre
te asegura un lugar junto a Dios
lo mereces ¡Oh Madre Dolores!
mensajera de paz y de amor. (bis)

Madre María de la Cruz Pinto Tobías

En Chalatenango, El Salvador, el hogar de Don Miguel Pinto y Doña Rosa Tobías de Pinto, el 10 de marzo de 1884 se llenó de alegría por el nacimiento de la tercera de sus hijas: fue bautizada pocos días después con el nombre de Catalina Antonia.

Huérfana de padre desde los dos meses, Antonia tuvo el privilegio de recibir una esmerada educación, esto y el favor de Dios le permitieron desarrollar grandes dotes intelectuales, filosóficas y psíquicas. Sin embargo, la poca instrucción religiosa que tenía, hizo que en su juventud desviara su intelecto a ideas erróneas, los cuales la mantenían alejada del temor de Dios.

Después de experiencias espirituales extraordinarias, Dios logró conquistar el alma de Antonia, para hacer de ella una antorcha viviente de su poder y amor. Ingresó a la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora, donde con gran entusiasmo comenzó su formación religiosa. No obstante, no le fue permitido profesar los santos votos, puesto que según la madre superiora, “Dios le tenía a Antonia, destinada para muy altos fines”. Es así que después de retirarse, ingresa al convento de las “Beatas Rosas”, donde se encontró con Madre Dolores de María. Ese encuentro fue el inicio de una santa amistad. Dios había juntado las dos almas para hacer cosas grandes, puesto que años más tarde, juntas emprendieron la gran hazaña de fundar la CONGREGACIÓN DE LAS HERMANAS DE BETHANIA C.V.D. Donde asumió hasta su muerte el rol de Vicaria General.

Plasmó su sabiduría y su experiencia en una filosofía educativa propia, que caracterizó primero, al Instituto Bethania de Santa Tecla y luego, toda la actividad pedagógica de la comunidad. Inteligente, simpática, alegre, bondadosa, veraz y creativa, sabía dirigir y asesorar, acompañar y supervisar, corregir e impulsar.

El Señor la recogió el 3 de septiembre de 1972, cuando soportaba santa y ejemplarmente su enfermedad en la Casa Madre, en Santa Tecla: dejó el destierro entre el dolor inmenso de sus hijas y ante la dulce serenidad de la Reverenda Madre Dolores de María.

Himno de nuestra fundadora

Entonemos un himno de gloria
a la madre que un día nos dio
su saber que será en nuestra historia
lo más grande que dios nos envió (bis).

Sor María llegaste a la vida´
con el alma encendida de Amor
por Aquél que en su dulce agonía
fue del mundo su gran Redentor.

Madre excelsa tu nombre es orgullo
del colegio que es guía es honor
este Himno se torne un arrullo
por tu nombre que es luz y es amor.

Surja altivo este Himno sonoro
cual mensaje de amor fraternal
nuestras voces se eleven en coro
por la Sor que es Madre inmortal.

¡Sor María de La Cruz!

Nuestras Madres Fundadoras, nos legaron la devoción a La Santísima Virgen de los Dolores, Ella es para nosotros: Modelo, Madre y Maestra.

La contemplamos al pie de la Cruz, desde donde nos inspira a imitarla en el amor, en la fe, entrega y Co-Redención.